miércoles, 16 de marzo de 2011
Demografia en el siglo XVII
Demografia en España
La población del centro de España, la más numerosa densa y pujante y con la mayor densidad de ciudades grandes y medias, empieza a declinar desde 1580 y tiene un descenso prolongado durante el siglo XVII, debido entre otras causas a la emigración americana, las numerosas epidemias, un índice de celibato de hasta el 10% de la población y a la expulsión de los moriscos. La cornisa cantábrica y Cataluña mantienen algún crecimiento.
El centro de España pierde un millón de habitantes, pero en la periferia se mantiene la población, por lo que en conjunto disminuye probablemente en un millón de habitantes en la centuria y cambia su distribución geográfica: en el futuro, el centro estará despoblado, excepto Madrid; y la periferia, densamente poblada.
Así, en la época de la expulsión de los moriscos (1609-1610) se estiman 8.485.000 habitantes, de ellos 1.430.000 en la Corona de Aragón, mientras que para 1717 se estiman 7.500.000 habitantes, 1.500.000 en la Corona de Aragón, es decir, los mismos o más que en 1610. La despoblación se había producido en el centro.
Cultura
El siglo XVII es de un esplendor sin parangón, debido a que permite este tiempo desligarse de las ataduras provenientes de la Edad Media. El Renacimiento del siglo XVI es la puerta de entrada para que en los 100 años que corrieron de 1600 a 1700 la sociedad pudiese zafarse del viejo molde que implantaba métodos rígidos de comportamiento y actuación especialmente impuestos por la Iglesia.
Al romper estos viejos moldes se permitió salirse de la rigidez de las estructuras lineales e imprimir nuevas formas de movimiento especialmente en el campo de las artes como podrían ser la pintura, escultura y arquitectura. Este adelanto de imprimir movimiento, rescatar las formas celestiales por medio de la ornamentación, y el paso de lo estático a lo dinámico se contempla como el estilo barroco, que es un estilo moderno que deja atrás al manierismo del siglo precedente.
El barroco que se presenta en diferentes manifestaciones artísticas incluida la literatura en sus dos vertientes culteranismo y conceptismo, permite arraigar a la sociedad de entonces a un nuevo estilo de vida, en el que se adapta y acepta vivir bajo situaciones en constante cambio.
Crisis del siglo XVII
La crisis del siglo XVII es una crisis general de duración secular que la historiografía aplica, en grado diferente, a la interpretación de la evolución histórica durante ese siglo en toda Europa y la cuenca del Mediterráneo.
La crisis del siglo XVII puede interpretarse (Maurice Dobb) como el momento clave en la transición del feudalismo al capitalismo, puesto que los países que salen reforzados de ella (fundamentalmente Inglaterra) se encaminan al proceso que comienza con la Revolución burguesa y que en el siglo XVIII les llevará a la Revolución industrial; mientras que los países que salen en peores condiciones de ella (fundamentalmente España o lo que más precisamente podríamos llamar la Monarquía Católica de los Habsburgo) pierden la posición de centralidad que hasta entonces habían tenido en la Civilización Occidental.
El eje de la poblacion se desplaza
El desplazamiento de las rutas comerciales del Mediterráneo al Atlántico no es un proceso nuevo, y podría rastrearse desde la Edad Media, pero el cambio del eje entero de la civilización en beneficio de la Europa Noroccidental queda fijado decisivamente con esta crisis. Es significativo el auge de plazas como Londres y Ámsterdam en perjuicio de Sevilla o Lisboa (también atlánticas y que a su vez habían sustituido a las mediterráneas Génova y Venecia en el siglo XVI). El punto de inflexión quizá fue el saqueo de Amberes de 1576, o la sucesión de victoria en Lepanto ante los turcos y derrota sin paliativos de la Armada Invencible de Felipe II ante Inglaterra.
Lo que hasta entonces había sido la principal amenaza para la Europa cristiana, el Imperio Turco, queda relegado a una posición periférica (en claro retroceso desde el fracaso del sitio de Viena de 1683). Lo que era su centro, Italia y sus rutas hacia Flandes por Alemania, está entre las zonas en mayor declive. La Francia que sale de la Fronda y la minoría de edad de Luis XIV, en cambio, es la potencia emergente en Europa, bien desde el tratado de Westfalia de 1648 (que modernizó las relaciones internacionales), o desde la paz de los Pirineos de 1659. Queda en evidencia la Decadencia española.
Lo que debió ser para los perdedores puede adivinarse sólo con ver que los ganadores han tenido que pasar un siglo temible: Inglaterra sufre mortíferas pestes, guerras exteriores (con Holanda, con Francia, con España...), la guerra civil entre Parlamento y Rey, la ejecución de éste (la primera de un rey por su propio pueblo), la dictadura de Cromwell y las disensiones religiosas (puritanos, anglicanos, católicos...), el Gran Incendio de Londres (1666)..., hasta cerrar el siglo con la Revolución Gloriosa.
Aconteciomientos más importantes en el resto del muno
Los acontecimientos más importantes que marcaron el siglo XVII fueron la fundación de Jamestown (Virginia), la primera colonia inglesa en Norteamérica; la Guerra de los Treinta Años (1618 - 1648); la llegada de ingleses a Norteamérica a bordo del Mayflower (1620); la guerra entre España y Portugal (1640); firma de la Paz de La Haya y posterior independencia de Holanda (1648); firma de la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años (1648); firma de la Paz de los Pirineos entre España y Francia (1659); independencia de Portugal (1668); Triple Alianza contra Luis XIV (1668); y máxima expansión del Imperio Otomano (1687).
Todos estos acontecimientos, guerrar y crisis hizo que la evolucion de la poblacion fuese inconstante
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La entrada está bastante bien. Habría que corregir, aunque es un detalle menor, la fecha de expulsión de los moriscos (1609-1614).
ResponderEliminarAtentamente,