miércoles, 6 de abril de 2011

El Tercer Estado en la Edad Moderna

El Tercer Estado es uno de los tres estamentos básicos de la sociedad propia del Feudalismo y el Antiguo Régimen. Se compone de la población carente de los privilegios que gozaban el Clero y la Nobleza, por tanto puede ser también considerado equivalente al grupo de no privilegiados o de pecheros (los que, particularmente en Castilla, estaban sujetos al pago de impuestos). También puede denominarse estado llano, pueblo llano o pueblo a secas, plebe.

Los sectores que componen el Tercer estado son dos:

El campesinado: la inmensa mayoría de la población, sometido comúnmente a servidumbre o al régimen señorial.
La burguesía: los habitantes de las ciudades, teóricamente libres, de la que formaban parte:
Artesanos de cada oficio, organizados en gremios o cofradías.
Comerciantes o mercaderes, que también se organizaban de forma similar en guildas/Hansas que organizaban varias ciudades, y se reunían periódicamente en ferias.
La plebe urbana o gente pobre de la ciudad.

Atendiendo a su nivel económico puede haber grandes diferencias de riqueza entre los miembros del tercer estado, tanto en el campesinado como en la burguesía, que suele subdividirse en alta burguesía y baja burguesía. Los miembros más ricos del tercer estado son mucho más poderosos económicamente que la baja nobleza o el bajo clero, pero no poseen un poder político ni prestigio social equivalente.

Los parlamentos, estados generales o cortes de distintos países europeos en la Baja Edad Media mantuvieron la representación política del tercer estado.

En los reinos cristianos de la Península Ibérica, la representación política del Tercer Estado en las Cortes se limitaba a las ciudades con voto en Cortes (diecisiete en las Cortes de Castilla y León), y dentro de ellas al patriciado urbano que las controlaba, en muchas ocasiones miembros de la nobleza o burgueses ennoblecidos.

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